Cuentos Aborígenes Canarios 2.0
Con nuestra máquina del tiempo hemos viajado desde el Principio de los principios hasta la época de los griegos y su historia del jardín de las Hespérides. Hemos navegado por el Atlántico para descubrir San Borondón. Y saciado nuestra sed con los bimbaches y su árbol sagrado "Garoé" . Nuestra máquina del tiempo funciona estupendamente solo tenemos que rellenar el cartucho de la línea del tiempo, cantar la canción y en marcha.
Somos dos investigadoras
con mucha curiosidad
descubrir las cosas que fueron,
las que son y las que serán.
Somos dos viajeras del tiempo,
por los cielos y por el mar,
por los minutos y los años,
por los siglos navegar.
Somos dos exploradoras
de leyendas y de historias,
¡Si perdemos la curiosidad!
¿Qué es lo que nos va a quedar?

Visceral a cuatro voces

Cuatro mujeres, cuatro artistas, cuatro madres, cuatro voces diferentes, armónicas, quieren contar, hablar, cantar, decir, escucharse, poder hablar de lo que no se puede, de lo que no se debe.
¿Qué hacemos las mujeres con nuestros cuerpos? ¿Son nuestros? ¿Qué hacemos con nuestra alma? ¿La escuchamos? ¿Sabemos escuchar nuestros deseos? ¿O formamos parte de algo que está fuera de nosotras?
Queremos empoderarnos de nuestro cuerpo, de nuestro placer, de nuestro maternaje. Queremos contar cómo nos sentimos dentro de este sistema que nos etiqueta, que nos aprisiona, que nos exige belleza exterior, que nos controla, mide, nombra…
Queremos hacer un canto a nuestra voz, una voz de niña herida que renace a mujer.
Dadaisla
Todo sucede en un lugar surrealista, un lugar inventado, un espacio atemporal que llamamos “Dadaisla”. Aquí están permitidos los ilógicos juegos de palabras, las acciones más que absurdas, nuestros claroscuros deseos-obsesiones, aspirar los sueños al público, cantar con las entrañas… hasta toleramos los más insensatos ripios.
Humor y poesía, un dúo que de la mano de Eugenia Governatori (la Pocha) y Elena Revuelta son los protagonistas de “La cosa tiene narices”. ¿O será “Narices tiene la cosa”? Da igual, el orden de los factores no altera el producto: un espectáculo para reír y llorar, o llorar y reír.
